El Principito
Después de visitar al geógrafo, al principito solo le quedaba un planeta por visitar antes de ir a la Tierra, pero lo que éste no sabía era que ese planeta le haría cambiar de opinión con respecto a la idea de ir a la Tierra.
Lo ocurrido en ese planeta es algo que no se puede saber así como así, solo queda decir que haber ido a ese planeta fue lo mejor que le pudo haber pasado al principito, pues enseguida fue a su planeta a recoger la flor, a tapar los volcanes y a coger lo necesario para sobrevivir. Una vez hecho esto, el principito se fue a vivir a ese planeta que tanto le había fascinado.
Juan G.
domingo, 27 de enero de 2013
jueves, 24 de enero de 2013
Estás creciendo
Estás creciendo:
Seguro que a todos nos ha pasado más de una vez que hemos llegado a casa con un dolor increíble en el brazo, la rodilla, el tobillo, etc...y en seguida se lo decíamos a nuestros padres, primero a mamá, porque siempre pensábamos que nos haría caso, y luego a papá, como último recurso, pero al final SIEMPRE recibíamos la misma respuesta por parte de ambos: "hijo, estás creciendo..." y esa respuesta siempre nos sentaba fatal y al final cada vez que nos dolía algo y se lo decíamos a nuestros padres perdíamos batallas, una tras otra. Al fin, hemos aprendido qué es lo que hay que hacer cada vez que pensemos que nos hemos podido romper algo:
1) procura que no se enteren tus padres, porque sino te volverán a decir que estás creciendo y volverás a perder otra batalla.
2) ve al medico para que te arreglen ese trauma que has podido tener.
3) llega a casa con gran satisfacción y diciendo a tus padres, con una cara especial, algo así como: "menos mal que no os dije nada, porque sino podría haber muerto".
Juan G.
Seguro que a todos nos ha pasado más de una vez que hemos llegado a casa con un dolor increíble en el brazo, la rodilla, el tobillo, etc...y en seguida se lo decíamos a nuestros padres, primero a mamá, porque siempre pensábamos que nos haría caso, y luego a papá, como último recurso, pero al final SIEMPRE recibíamos la misma respuesta por parte de ambos: "hijo, estás creciendo..." y esa respuesta siempre nos sentaba fatal y al final cada vez que nos dolía algo y se lo decíamos a nuestros padres perdíamos batallas, una tras otra. Al fin, hemos aprendido qué es lo que hay que hacer cada vez que pensemos que nos hemos podido romper algo:
1) procura que no se enteren tus padres, porque sino te volverán a decir que estás creciendo y volverás a perder otra batalla.
2) ve al medico para que te arreglen ese trauma que has podido tener.
3) llega a casa con gran satisfacción y diciendo a tus padres, con una cara especial, algo así como: "menos mal que no os dije nada, porque sino podría haber muerto".
Juan G.
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